“Si lo tuviera que definir con una palabra sería “sentido”. Con el trabajo con el grupo todo parecía tener sentido, las piezas iban encajando, las vivencias de los compañeros se hacían propias y una comprensión desde otro punto hizo que me relajara, que era necesario y vital vivenciarlo así. Con la retrospectiva he podido entender e integrar para ahora seguir construyendo mi camino y redescubriendo mi esencia. El dibujo me abre a otra dimensión, aún me sigue sorprendiendo que mantenga esa manera de pintar tan mía, tan yo y como mis compañeros mantienen también su Yo en cada dibujo. El trabajo del dibujo de formas también me resultó una herramienta maravillosa, bajando el ritmo, conectando con el ritmo interior…” Sonia, de 1º de Formación.